Testimonios
Testimonio ex prisionera política
“[…] fue detenida por sujetos armados con metralletas, los que luego de poner cintas adhesivas sobre sus ojos, un capuchón sobre la cabeza y atarle las manos, la condujeron a las ruinas de un viejo molino ubicado al costado del Liceo de Hombres No. 2, en calle Cuatro Norte, de esa ciudad (Talca), junto a alrededor de otros 25 detenidos, los que fueron transportados en bus por la Ruta Panamericana hasta Colonia Dignidad; que en este lugar las mujeres detenidas fueron separadas de los hombres, y a ella le retiraron sus captores el scotch que tenía sobre los ojos y el capuchón, y fue reemplazado por vendas tipo bozal atadas a la nuca y al mentón, y anteojeras de cuero forradas en espuma plástico; precisa que ella y sus compañeras fueron privadas de libertad en un recinto cuyo baño consistía en un tarro colocado dentro de un armazón de madera en la misma pieza o celda; agrega que dentro de esa celda las hicieron tender en unos catres atadas de pies y manos a los travesaños de estos”.
“Sostiene que las detenidas fueron interrogadas por los guardias acerca de sus identidades; además, se les dijo que estaban arrestadas como prisioneras de guerra y que se les aplicaría la ‘ley de fuga’ ante cualquier desobediencia”.
Fragmento de una carta escrita por el hermano de un detenido desaparecido
‟Quienes te reconocieron vieron tu naturaleza inolvidable. ¿Cómo eras (…)? Eras la versión del Quijote social en lucha sabia contra los molinos de la injusticia. Eras el renacentista pensante en todo lo humano. Eras el hombre nuevo de todos los tiempos. Eras el amor por tus semejantes. Eras la encarnación criolla de los ideales de Lincoln, Gandhi y Allende. Valentía y voluntad de hierro. Llegó el golpe“.
“Infundiste coraje. Enseñaste a perder el miedo. A soñar la libertad. A organizarse y a luchar por la Democracia. A liberar la patria encarcelada. A hacer brillar de nuevo la esperanza. No te diste tregua ni descanso desde que éramos adolescentes. Veo a tantos amigos y amigas hoy con tu fortaleza de carácter heredada. Un hombre de conocimiento y razón. Cuántas centenas de libros devoraste ávido. Los mismos que en tu humilde morada de la Calle Ramadas capturaron tus perseguidores. Perplejos y euforizados, encontraban tus textos de ajedrez: ‘La defensa india’, ‘Jaque al Rey’ y tantos otros que les llevaban a urdir en su ignorancia la falsedad de supuestos planes militares. Los quemaron para evitar ser devorados por ellos. Textos de grandes pensadores, filósofos, políticos y revolucionarios parecían decir ¡léeme! desde tus estanterías. Te fuiste haciendo sabio en la lucha, en las ideas, en el debate… y en tus queridos libros”.
Testimonio de ex colono
“Cuanto más conocía la vida en el fundo y las medidas practicadas, tanto más trágico me parecía para todos, y también para mí, el hecho de que en el fundo no hay ni había ninguna persona, ninguna instancia, ninguna posibilidad para hablar libremente sobre problemas, críticas o simplemente sobre puntos de vista diferentes. El señor Schäfer es la única y última autoridad, es el único pastor de todos. Así que sabe todo de todos, lo que ha pasado en sus vidas, y en su mayor parte lo tiene por escrito”.
“Conozco un caso en el cual el señor Schäfer, sobre la base de sus conocimientos adquiridos en pastoral, hizo que las personas denunciasen a una persona, de la cual se había enterado el señor Schäfer a través de la pastoral. De modo que no es de excluir que el señor Schäfer, que intenta saberlo todo por escrito o por cinta magnetofónica (también por instalaciones secretas o instalaciones de escucha, etc.), también se sirva de conocimientos conseguidos a base de pastoral para proceder contra personas que le obstaculizan”.