Testimonios
Testimonio ex prisionero político
“[…] fue detenida por sujetos armados con metralletas, los que luego de poner cintas adhesivas sobre sus ojos, un capuchón sobre la cabeza y atarle las manos, la condujeron a las ruinas de un viejo molino ubicado al costado del Liceo de Hombres No. 2, en calle Cuatro Norte, de esa ciudad (Talca), junto a alrededor de otros 25 detenidos, los que fueron transportados en bus por la Ruta Panamericana hasta Colonia Dignidad; que en este lugar las mujeres detenidas fueron separadas de los hombres, y a ella le retiraron sus captores el scotch que tenía sobre los ojos y el capuchón, y fue reemplazado por vendas tipo bozal atadas a la nuca y al mentón, y anteojeras de cuero forradas en espuma plástico; precisa que ella y sus compañeras fueron privadas de libertad en un recinto cuyo baño consistía en un tarro colocado dentro de un armazón de madera en la misma pieza o celda; agrega que dentro de esa celda las hicieron tender en unos catres atadas de pies y manos a los travesaños de estos”.
“Sostiene que las detenidas fueron interrogadas por los guardias acerca de sus identidades; además, se les dijo que estaban arrestadas como prisioneras de guerra y que se les aplicaría la ‘ley de fuga’ ante cualquier desobediencia”.
Fragmento de un discurso dado por la hermana de un detenido desaparecido
“Ustedes quieren ser siempre ciegos del enriquecimiento infinito de sus abuelos y sus padres a costa del trabajo esclavo, los abusos de todo tipo, las graves violaciones a los derechos humanos, el engaño, el ocultamiento de pruebas, el tráfico de armas y el espionaje de miles de chilenos. Ustedes dicen ‘dejemos que actúe la justicia’, y cuando la justicia ha condenado a algunos de los jerarcas, ustedes los han escondido en este lugar para después huir a Alemania”.
“La historia de este lugar ha sido un engaño desde su nacimiento. Y aunque algunos han declarado las masacres, los asesinatos, los fusilamientos al margen de toda ley, el ocultamiento de los cuerpos, la tortura de cientos de compatriotas, ustedes, sin ninguna sensibilidad ante el dolor de las madres, de las hermanas, de los amigos, han convertido este lugar en un parque de diversiones sobre los cuerpos de nuestros amados detenidos desaparecidos y sobre nuestro dolor de no encontrarlos”.
Testimonio de ex colono
“Sobre todo se intentaba darnos a los jóvenes, y también a los adultos, la sensación de que nos encontrábamos en el camino correcto de la fe, mientras que afuera los mundanos iban hacia el abismo. Esto ante todo nos convertía en una clase especial. Y esa sensación de ser mejor en el diálogo con Dios probablemente también lo llevaba a uno a hacer la vista gorda ante ciertas situaciones irregulares o someterse a lo que se exigía”.